Queda por dilucidar la relación entre el espacio y las múltiples redes que combaten la fragmentación y restablecen si no una unidad racional, al menos la homogeneidad. A través y contra la jerarquización, ¿no puede surgir algo diferente, en el ámbito arquitectónico y urbanístico, del modo de producción existente, algo que nazca de sus propias contradicciones y las ponga de manifiesto en vez de cubrirlas bajo un velo?
[Lefebvre, 2013]
¿Qué ocupa el intersticio entre las representaciones del espacio y el espacio de representación? ¿Quizás la cultura? Ciertamente, pero la palabra posee una plenitud engañosa. ¿Entonces el trabajo artístico creativo? Sin duda, pero quién y cómo . ¿La imaginación? Quizás, pero por qué y para quién.
Quizás sea preciso ir más allá y admitir que los productores del espacio han actuado siempre de acuerdo a una representación mientras que los “usuarios” han experimentado pasivamente lo que les ha sido impuesto, más o menos insertado o justificado en su espacio de representación.
Una representeción del esapcio ha podido mezclar la idoeoloía y el conocimeiton en el seno de una práctica (socio-espacial).
[Lefrebvre, 2013]
Las interpretaciones del término espacio público son altamente cambiantes según quién lo utilice, aunque por norma general se insiste en la concepción jurídica que señala al espacio de propiedad común o en la que, desde las cualidades de forma, se refiere a los espacios de libre acceso. Ambas descripciones hunden su raíz en el urbanismo, que bajo sus criterios normativos, delimita, distribuye y define el espacio público por oposición al espacio privado. La interpretación que aquí proponemos desborda esa idea de espacio público definido por el diseño y descrito según términos de propiedad para abarcar los vínculos sociales, culturales y políticos que realmente definen lo público.
[Segovia, Marrades, Rausell, Abeledo, 2015]
La idea de un arte público adquiere hoy una nueva dimensión ligada inevitablemente a un factor ideológico, que supone la comprensión de la ciudad como un entramado complejo: un contexto sociopolítico con carácter específico que depende de la comunicación, la educación, y otros ámbitos de la cultura. Desde este punto de vista, y apoyándonos en la tesis del filósofo alemán Jürgen Habermas, el concepto de espacio público se puede definir como una esfera social específica, y, de manera ideal, como un lugar de debate donde todos los ciudadanos pueden desarrollar y ejercer su voluntad política.
[Monleón, 2000]
Por un lado existe la ciudad habitable y en el otro está la ciudad que se habita. Mientras que la ciudad habitable viene impuesta por planes urbanísticos y políticas bipartidistas, son las personas las que construyen la ciudad habitada. Hay veces en los que las dos ciudades coexisten en un mismo lugar. Madrid, como ejemplo. Una persona puede vivir en la ciudad Madrid habitable y solo transformándola en colectividad disfrutará de esa otra ciudad que se habita.
[Quiroga, 2015]
«El urbanismo ciudadano es un continuo generador de afectos», puntualiza VIC. «Pero no de esa clase de afectos que el poder utiliza para manipular y dominar, sino los que nos convierten en personas compartiendo en colectividad: la memoria, la alegría, la comunicación, la autoestima, los cuidados, la indignación, la ayuda y la solidaridad».
[Quiroga, 2015]