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espacio público

Las interpretaciones del término espacio público son altamente cambiantes según quién lo utilice, aunque por norma general se insiste en la concepción jurídica que señala al espacio de propiedad común o en la que, desde las cualidades de forma, se refiere a los espacios de libre acceso. Ambas descripciones hunden su raíz en el urbanismo, que bajo sus criterios normativos, delimita, distribuye y define el espacio público por oposición al espacio privado. La interpretación que aquí proponemos desborda esa idea de espacio público definido por el diseño y descrito según términos de propiedad para abarcar los vínculos sociales, culturales y políticos que realmente definen lo público.
[Segovia, Marrades, Rausell, Abeledo, 2015]

El espacio público todavía hoy en gran medida es algo que se reserva y delimita en los planes urbanísticos y que posteriormente se diseña con un criterio fundamental, una herencia histórica, que es el de crear lugares para la coincidencia, para la verificación de las igualdades y no para el descubrimiento de las diferencias del otro. Esta concepción del espacio público presupone la existencia de una comunidad homogénea. Así, el paseo por la plaza y la plaza misma permanecen como modelo de mecanismo controlador, de homologación social o de auto-exposición. Frente a ello, el rasgo más contemporáneo que otorgará a un lugar carácter de espacio público es sin duda la medida en la que un ciudadano inmerso conscientemente en la cultura urbana puede ejercer en él una individualidad o una libertad que tradicionalmente asociaríamos al entorno de lo privado. Porque sacar a la calle lo que históricamente sólo se ejercía en el dominio de lo privado o de lo doméstico equivale a transformar un entorno de control en una pieza del mapa de lo público en la ciudad. Por lo tanto, la nueva generación de espacios públicos no son las plazas, ni siquiera las calles, sino más bien otros lugares más ambiguos que devienen en públicos a través del uso que la gente hace de ellos.
[Muntadas y Herrero, 2004]

Más que con cualquier categorización preestablecida, lo que hace público a un espacio se relaciona con el modo en que las personas lo usan.
[Segovia, Marrades, Rausell, Abeledo, 2015]

El rasgo más contemporáneo que otorgará a un lugar el carácter de espacio público es sin duda la medida en la que un ciudadano inmerso conscientemente en una cultura urbana pueda ejercer en él una individualidad o una libertad que tradicionalmente asociaríamos al entorno de lo privado.
[Muntadas y Herrero, 2004]

En los últimos años, la falta de herramientas del urbanismo y la arquitectura tradicionales a la hora de tratar con situaciones en transición está dando lugar a nueva formas de trabajo. La construcción de estos nuevos métodos se basa, en la mayoría de los casos, en la articulación progresiva a través de la acción, poniendo más atención al valor del proceso y al aprendizaje del trayecto que a los objetivos fijados de antemano por un plan. Aquellos ejemplos no institucionales que tres décadas atrás dieron las primeras respuestas al tejido industrial obsoleto, se han convertido en un referente para un urbanismo emergente. Aprendiendo de los excesos del modelo expansivo, los nuevos posicionamientos técnicos aspiran a incorporar a la práctica urbanística instrumentos que vinculen el uso, el diseño y la gestión de la ciudad construida.
[Segovia, Marrades, Rausell, Abeledo, 2015]

Todos estos espacios coinciden en señalar las pocas subvenciones que existen a nivel estatal, la desventaja en la que se sigue estando en este terreno con respecto a otros países europeos. Algunos, como los miembros de Cruce, ironizan al respecto matizando que “lo positivo de que te dejen a la intemperie, aunque a veces sientas que te ahogas, es que aprendes a buscarte la vida”.
[De Dios, 2002]

Cuando esfera cultural y esfera política no consiguen comunicarse, el espacio público se ve incapaz de cumplir su cometido y la cultura, tiranizada por lo incontroversible y lo vacío, erosiona la construcción de ciudadanía e interés común en lugar de ser la herramienta imprescindible para su desarrollo.
[Molano, 2012]

Distintos imperativos históricos imponen la urgencia de habilitar lugares y herramientas para la producción de experiencia y la imaginación de otros futuros. La cultura contemporánea viene ensayando distintas estrategias en esta perspectiva, desde la reconquista de un espacio público vivido hasta la articulación de una singular hermenéutica del pasado que permita rescatar viejas ensoñaciones. En esta coyuntura, el análisis de la experiencia urbana, de las prácticas instituyentes y de las habilidades estéticas han de conjugarse por igual en el interior de un relato postdisciplinar capaz de devolver la palabra a la ciudadanía. Puede que el arte todavía sea capital si se sobrepasa a sí mismo y cuestiona cualquier modo convencional de producción.
[Martí Perán, definiendo la línea de investigación “Espacios de experiencia. Prácticas artísticas y máquinas para la imaginación política” dentro del proyecto Arte. Globalización. Interculturalidad]

Por un lado existe la ciudad habitable y en el otro está la ciudad que se habita. Mientras que la ciudad habitable viene impuesta por planes urbanísticos y políticas bipartidistas, son las personas las que construyen la ciudad habitada. Hay veces en los que las dos ciudades coexisten en un mismo lugar. Madrid, como ejemplo. Una persona puede vivir en la ciudad Madrid habitable y solo transformándola en colectividad disfrutará de esa otra ciudad que se habita.
[Quiroga, 2015]

«El urbanismo ciudadano es un continuo generador de afectos», puntualiza VIC. «Pero no de esa clase de afectos que el poder utiliza para manipular y dominar, sino los que nos convierten en personas compartiendo en colectividad: la memoria, la alegría, la comunicación, la autoestima, los cuidados, la indignación, la ayuda y la solidaridad».
[Quiroga, 2015]

Cesión del espacio público a la gestión privada.
[Extracto de conversación del sector cultural independiente de Madrid, abril 2015]

Compartir la necesidad y el gusto por hacer uso del espacio público.
[Extracto de conversación del sector cultural independiente de Madrid, abril 2015]