Una de las características del arte moderno y contemporáneo, como bien explicó el teórico peruano-mexicano Juan Acha a lo largo de su obra, es su naturaleza sistémica. Al contrario de la visión heredada de la filosofía idealista, donde la obra de arte es un objeto autónomo dotado de significado inmanente, en realidad éste se construye en un proceso social. En palabras de Acha: Indudablemente no existe el arte como una sustancia especial y fija que se dé con pureza en ciertos objetos. Es una particularidad relacional que puede objetivarse en cualquier conjunto material y perceptible.
[antimuseo.org, 2015]
Que esto se mantenga cuando no te da beneficios económicos se debe a la motivación (…) Los beneficios que tenemos son experienciales.
[Extracto de conversación con agentes del sector cultural independiente de Madrid, abril 2015]